domingo, julio 09, 2006

¦ Don Señor Perro Blanco ¦

Don Señor Perro Blanco era un amisotoso cachorro que alegraba mi borrachera en un rancho a las afueras de la ciudad. Cuando lo vi, junto a su madre lo adopte de inmediato como Don Señor Perro Blanco. El cachorro era blanco, y algo esponjado pero lo que lo hacia especial era lo jugueton aunque astuto, no entragaba su total confianza tan rapido. Nosotros que eramos varios en aquel rancho entre ellos Dulce, Palmera, Bubulin, Daniel y otros mas, armonizamos con el cachorro. Cuando en una de esas volvi de hacer unos bisnesss en mi carro, juegueteé con el un rato y el Don Señor Perro BLanco me hacia feliz. Me sente al lado de Palmera y le dije -No mames, neta que Don Señor Perro Blanco es la verga. Me cae que en estos momentos el es mi mejor amigo, asi toda la lista de mis mejores compas se fue a la verga. Ahorita Don Señor Perro Blanco es la neta - la Palmera nomas se cagaba de la risa. Pasaba la velada contando un chingo de chistes (yo unos muy demasiados hiperarchirequeterecontrasupermegaextra malisimos). .

La mayoria de los que estabamos en la peda andabamos ebrios. Mientras nos entrabamos mas en la noche vimos como se fueron llendo varios carros; gradualmente. Y la mayoria de los que se iban andaban hasta el culo. El tiempo seguia transcurriendo y en un rato veo a varios de los compas que estaban en la bola, comentando algo en circulo. Me levante y oi que alguien me pregunto que es lo que habia pasado. Un mal presagio mientras mas me acercaba, llegue al tan lugubre momento, donde yacia el cuerpesito de Don Señor Perro Blanco y su pequeña cabeza inmovil y la sangre desbaratada sobre la tierra. Uno de los conductores ebrios habian despojado de su alegre vida. Me entro un sentimiento de ahogado. Le pase una y otra vez mi mano tratando de despertarlo, con un puto nudo en la garganta. Un hombre del lugar lo tomo con una frialdad de ranchero y lo sacudio sin pena. Me fui a sentar mas triste que la chingada. Minutos despues vi como su madre, una adulta de color blanco llego oliendo el vacio que se habia quedado entre ese espacio de tierra. Ella sabia que algo faltaba, desesperada y desolada gemia varias veces buscando a su cria.

Algunos minutos despues yo fui a vomitar como un borracho sin honor, luego se acerco a mi la madre de Don Señor Perro Blanco. Note de inmediato que ya no suplicaba ni lloraba. Venia sonriendo por que ella sabia que Don Señor Perro Blanco, su cachorro estaba cerca, en algun lugar mil veces mas feliz que de costumbre. Ella sabia, que aun no lo habia perdido.

2 comentarios:

Miss Dulce dijo...

:((((( me puso bien triste eso que paso. pero este post me alegra un poco.

palmera* dijo...

woOow!!..en serio atropellaron al don senior perro blanco=(...que dolor..tanto que nos habia alegrado la noce..mucho mas a dulce..que tristeza:'(