¦ vuelvo a ser ¦

Comienzo a ver las cosas como hace tiempo las veía. ¿Que somos por dentro? ¿Quienes somos?

Una ilusión, un lúgubre recuerdo, y eso hoy no lo valgo. Superficialidad, putas ganas de llorar. Tratar de ser superior: "Yo leo, escribo para un periodico, soy culto, tengo novia."

Puta madre me ha consumido el pinche sistema, me ahogo, me pongo a ver las cosas de los colores que me dictan. Un mundo tan real y tan falso a la vez. Tan idiota, tan consumista, lleno de cliches. De ideas. Consumismo, anarquismo, socialismo, capitalismo. ¿Cúal es bueno por dios? Ninguno. Solo son idealismos vanos.

Y me doy cuenta hasta ahora, en esta gloriosa conversación, estos minutos de sosiego, de vastas lagrimas. Mis lagrimas; esta vez; no son producto de la ansiedad, estas lagrimas son fruto de este momento tan perfecto y fuera de la realidad. Estoy abriendo mis ojos. No, ya los había abierto tiempo atras. Pero se ensuciaron de tanta mugre: Públicidad, mierda televisiva, moda, el deseo de muchos por ser superior, ser lider, tener dinero, ser social, ser culto, ser la gran mierda. Ser la big shit!

Y es hasta hora que comprendo que mis ojos y mi pensamiento se habían tornado a ese mundo que tiene como regla principal, el ser materialista.

¿Quien no habra escrito de esto? El mundo es esto y lo otro. Materialista y la chingada. Pero cuando uno esta en contra (que también es un total cliche) y se hunde poco a poco en asqueroso estado. Y después te das cuenta qeu ya estabas cayendo en total falacia, entonces es cuando escribes esto.

Y mientras sigues conversando, te das cuenta de que tienes a alguién con quien compartir amor, transmitirlo. Amor, no solamente el que se da en una pareja. Amor. Esa palabrita hermosa y que muchos hacen mal uso de ella desconociendo totalmente su significado. Amor es lo que encontraba con la persona que platicaba, y mientras estabamos chillando, el clima era perfecto, unos cigarros nos llenaban de cancer, y para colmo se pone por azar del destino Fernando Delgadillo en las bocinas del auto. Eso fue todo, yo no pedía más.



Extraño mucho a Dulce y a David.