¦ que pedejada ¦

Si, fue una total "pedejada". Habíamos ido, Rosa, Animal, Dulce, y un humilde servidor a donde van cientos de pendejos cada fin de semana, "La Juarez". Se supone que destejariamos mi cumpleaños. Llegamos al Kentucky y estaba totalmente aturrado. Fuimos entonces al Whiskey Bar, el lugar aguantaba, las rolas también, pero el pinche volumén nomas no felpaba. ¿Que chingados pensaban? Es un bar! No un pinche antro. Para platicar tenías que gritar en la oreja de con quien lo hacías. Me tome mi caguama como en quince minutos o menos, el caso es que me la chingue rapido. Me tome media de la que traía rozo y unos pocos sorbos del vodka que apetecían del vaso de Dulce. Me encontre a Martola y a Jeka que se acordaron de mi cumpleaños y me abrazaron. Para esto ya se me había subido poquillo la caguama y media. Pronto nos salimos del pinche bar, no antes de encontrarme con el rostro de Julio Wereca que por cierto parace indio, el wey me regalo un pin. Seguimos en la Juarez y fuimos a La Cucaracha un bar a toda madre, musica de rocola, billar, una barra gigante, todo perfecto. Gracias al Animal que me patrocino las siguientes dos bebidas. El pendejo de Marcos pidio un shot de tequila y ni la pense para tomarmelo. La siguiente fue un tequila con fresca, claro que la experiencia de mi conciencia y Animal me adviertieron que no era buena idea cruzar de bebidas. Como buen desobedecido me tome esa, mas otro trago que patrocino Dulce. Juro que en media hora ya andaba casi ciego. Vomite un resto de veces y en todas iba Animal a rescatarme, y en la cuarta, o quinta vez me quede tirado como vil borracho de callejon en seguida del retrete. No podía siquiera pararme, si no fue por Animal yo no me levanto. Me dijo quien sabe que cosas que no recuerdo y salimos del baño. De ahí partimos a nuestros respectivos autos. Donde estorbaba el tren y de nuevo quien sabe que cosas venía diciendole al Animal sobre el tren. El caso es que no supe ya ni madres. Según esto me contaron que yo juraba que cantaba en el carro rolas de Manu Chao. Por que ni siquiera me las sabía pero yo las cantaba. Me puse mal, no fue una peda feliz. Como han solido ser todas aquellas que he protagonizado. En esta solo eran puras nauseas. Estaba feo. Estaba mal.

Bueno al menos aprendi lo que era ir a La Juarez. Si vuelvo a ir, aunque no fue para mi "uy la gran cosa". No como para pasar el resto de mis fines de semana ahí. De hecho descubri algo. En seguida de la avenida Juarez, se encuentra la Mariscal. Donde estan las putas. Pero pues de hecho también en la Juarez estan las putas (sin generalizar), solo que estas pendejas no cobran y todavía se arreglan para coger. Juar.

En fín, fue una total pedejada.